martes, 22 de noviembre de 2011

ESTUDIO CIENTÍFICO EN EL OCEANOGRÀFIC DE LA CIUDAD DE LAS ARTES DE VALENCIA

Terapia con delfines para niños autistas

Un nuevo estudio científico pretende demostrar las bondades que ofrece la terapia con delfines para niños autistas, se trata de una iniciativa que se pondrá en marcha en el Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes de Valencia y en el que participan la Universidad Católica de Valencia, el IVADIS (Instituto valenciano de Atención a los Discapacitados), el CAC (Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia), el INVANEP (Instituto Valenciano de Neurología Pediátrica) y los centros Red Cenit (Centro de Neurodesarrollo Interdisciplinar) y Psicotrade (centro de diagnóstico y tratamiento de los trastornos del neurodesarrollo).
En total participarán en el estudio 44 niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA), estudio que se realiza tras haber puesto en práctica anteriormente una experiencia piloto con sólo dos niños autistas obteniendo resultados muy positivos. En la primera experiencia de una terapia con delfines para niños autistas desarrollada en el Oceanogràfic, se determinó que uno de los niños con autismo sufrió cambios significativos en diferentes áreas, la comunicación, la interacción social, etc. Es por ello que ahora se realiza una investigación a mayor escala e implica a diferentes institutos.

En el proyecto se trabajará con dos grupos de 22 niños autistas, uno trabajará en el agua con delfines, y el otro solamente en el agua. Con ello se pretende comprobar las diferencias de trabajar con delfines o sin ellos, además se analizará el estado de cada niño después de someterse a la terapia con delfines. Como todo estudio, se persigue objetivar los cambios favorables que sufren los niños en sus patrones de respuesta antes y después de la terapia, los expertos analizarán la evolución neuropsicológica, la actividad bioeléctrica cerebral y la evolución de las habilidades adaptativas.
Los expertos indican que se va a trabajar con delfines, ya que estos animales cuentan con habilidades que los niños autistas no poseen, como por ejemplo la empatía. A esto hay que añadir que los ultrasonidos que emiten los delfines provocan receptividad en los seres humanos y pueden contribuir a sincronizar los ritmos cerebrales de los niños autistas. Ahora recordamos un proyecto en el que se utilizaban leones marinos  como terapia para niños autistas y para niños que sufrían algún tipo de parálisis cerebral, terapia que se llevó a cabo en la Fundación Río Safari de Elche para determinar los beneficios del contacto con los animales en este grupo de niños.
Tras los estudios oportunos, si se demuestra que la terapia con delfines para niños autistas es beneficiosa, se planteará una línea de trabajo para utilizarla de forma regular con los niños que sufren autismo. Como decíamos al principio, se pretende contar con evidencias científicas constatadas y derivadas de la terapia con estos animales dado que no existen muchos estudios científicos.

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